Cuando
otro actúa de esa manera, decimos que tiene mal genio; pero cuando tú lo haces,
son los nervios.
Cuando
el otro se apega a sus métodos, es obstinado; pero cuando tú lo haces, es
firme.
Cuando
el otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios; pero cuando a ti no te gusta su
amigo, sencillamente muestras ser un buen juez de la naturaleza humana.
Cuando
el otro hace las cosas con calma, es una tortuga: pero cuando tú lo haces
despacio es porque te gusta pensar las cosas.
Cuando
el otro gasta mucho, es un despilfarro; pero cuando tú lo haces, eres generoso.
Cuando el otro
encuentra defectos en las cosas, es maniático; pero cuando tú lo haces, es
porque sabes discernir.
Cuando el otro
tiene modales suaves, es débil; cuando tú lo haces, eres cortés.
Cuando
el otro rompe algo, es torpe; cuando tú lo haces eres enérgico.
¿Por
qué te fijas en la astilla que tiene en el ojo tu hermano/a, en tu madre/padre,
en tu esposa/o, en tu hijo/a en tu prójimo y no te fijas en la viga que tienes
en el tuyo?
Veamos
las virtudes de los demás, y dejemos de juzgar, que conforme a nuestro juicio
seremos juzgados. Cada uno de nosotros tiene mil cosas que hacer, y
poseemos bienes materiales, algunos más que otros.
Sin
embargo, cuando llegamos delante de Dios; ¿De qué nos sirven? ¿Podemos acaso
impresionar a Dios con nuestros bienes?
Lo
mejor que le podemos ofrecer a Dios es nuestra vida, nuestros pensamientos y
corazones. De esa forma, agradaremos a Dios, pues ¿qué le podemos ofrecer a
Dios que Él no pueda tener? Solamente aquello que nos dio la libertad de
entregarle o no: ¡nuestras vidas! ¡Date tú mismo en este día!
Es verdad simpre nos fijamos en esa astilla del projimo es tan frecuente que aveces se hace invisible,creemos que por decirle algo a tu hermano estas enmendando tu culpa, a veces es tan dificil hacer el bien.Que te dejas vencer por los obstaculos pero debemos reconocer que cuando Jesus vino al mundo no le fue muy facil, y que nadie es profeta en su tierra.
ResponderEliminarCreo que lo mas importante es seguir luchando sin dudarlo en ningun momento.
Me parece que si haces el bien tu mano derecha no debe saber lo que hace tu izquierda.